Para Ever Feria, abogado, Notario Segundo de Sincelejo, tener una patología de nacimiento que lo hacen aferrarse a unas muletas o a su silla de ruedas, no es impedimento para cumplir sus sueños; por su parte Andrea Ortega, estudiante de octavo semestre de comunicación social y quien sufrió pérdida de la visión desde pequeña, cuenta con un poco de gracia, la forma en la que ha podido salir adelante sin importar su condición, a su lado Alfonso Rincón, estudiante de séptimo semestre de derecho, levanta su voz y afirma que quiere ser abogado para poder tener un trabajo que le permita generar ingresos; él sufrió un accidente que le produjo una discapacidad física.
Asimismo y en otro escenario, se encontraron Raquel Tatis, y Arturo Contreras, ella de talla baja pero con una simpatía enorme, recibe día a día a los cientos de usuarios que llegan al Fondo de Solidaridad para el Fomento del Empleo y el Cesante, mientras que él con su paso lento pero seguro, cuenta que el ser invidente, no le ha impedido desarrollar su trabajo como dinamizador de servicios de empleo en COMFASUCRE.
Los cinco, han sido muestra clara de que ¡quien quiere puede! y gracias al ciclo de conversatorios organizados por el Consultorio Jurídico y la Secretaría de la Inclusión, Mujer y Equidad de Género de la Gobernación de Sucre han podido contar sus historias y convertirse en un ejemplo de que “La Discapacidad NO ES Incapacidad”, título de estos conversatorios, desarrollados en el marco de la campaña de inclusión institucional #NoEsUnDerechoDiscriminar.